viernes, abril 20, 2007



1ª de marzo de 2007

(un antes y un después)



En la fragua, un plomo gastado

de espanto y tullido de engarces,

delira un misterio

y segrega un alivio.


La sed del mundo maneja un criterio senil

y renuente a calmar su sed en aguas

de torrentes y manantiales

juveniles y mansos,

aprecia el gusto de las aguas servidas

para estallar en cóleras y apostasías.


Pájaro azul en el humo

vuela cansina

al altar del llanero,

¿buscando qué?


Se escapan las tardes

en un escozor de ponencias:

el ocaso retruca a la luz

y emparda al destino.


Vida tras el miedo de pensar

rabia transpirada en el espejo, vive

agazapada en un

enfrentamiento de titanes

y elucubra las ideas

que degeneran en un punto.


Producciones en alza,

condones sobre la bastilla

y la revolución del gemido

mientras la fe se queda sin gozo

porque la muerte renace en cada esquina.


Mi crepitud es loable

a nadie debo explicaciones

yo quiero llegar a mi blanco

como la flecha orientada a su sino.


A veces renuncio a pensar

pues es tal mi ambigüedad

que ya no necesito

descifrar el amarillo.


Puedo saber al fin que mi destierro

tiene un decreto número.