sábado, septiembre 23, 2006
Cuando deje mis Sandalias
En el papiro flotará tu luna
enamorada y bella;
y el Nilo crecerá
y abrazará tu pecho.
Cientos de veces sangraré
bajo tus labios
-libando el néctar de tu amor
nocturno-.
Y en el diurno bostezo
de una agonía silenciosa,
Sol de tus ojos nieve
-faz que no mengua-
¡brillará!.
Y caerá el rocío voluptuoso
desnudando la delicia,
¡coqueteando, sutilmente,
con el viento!.
Y sobre el yermo de mis días,
azul intenso frío,
presagio universal…
dehesas de tus labios al besar
la gracia de tu cielo.
Yo sangraré al fin mi verso
y exhudaré mi poesía
en el mutante universo.
La sombra llegará prudente
y no habrá misterios
tan profundos ni rabiosas filosofias
acaso sólo sean proverbios o salmones
¡Del estro de la muerte!