lunes, noviembre 27, 2006

Regalo mi bondad



Mi amor es un inmenso manantial
de cristalinas aguas que regalo
al que sediento acuda a mi caudal
sin preguntar, si bueno ha sido o malo.

Pues, Dios, a todos quiere por igual
a nadie en rueda pone, piedra o palo;
y así cual me enseñó, mi celestial
al que me da su amor, bondad igualo.

Yo soy tal vez la imagen del espejo
que reflejando vive toda gracia
que al niño quiere, mas también al viejo.

Huyo de la maldad y la desgracia
escucho de los sabios el consejo
y haciendo el bien mi corazón se sacia.