Nuevo color en mis ojos
augusta monarquía de celestes
un ave vuela con alma de alondra
en un silencio breve
Lluvia de marzo renueva el asombro
butacas del patio se llenan de motas
El verbo se adormece
y la sílaba óntica domina la escena
Abecedario en locus de frutas
en cuarentena el virus
mis ojos ciegos
la voz es una fe de sonidos diversos
y la pared del cerco cae
ante el aletear de la mosca
Travieso gato perdido
que araña el crepúsculo
ronronea en pos de un levante
Decreto otoñal
y la tarde que expira
Una especie de soledad recuerda mi sombra
yazgo en el espacio
sobre el criterio desnudo
con mi cabeza rapada por el enjundio
de los pájaros
¡Ay, cuánta miseria en el estribo
que dejan inmóviles mis párpados!
Ayer notable presencia de amor
hoy calvario de domingos
Fases de una luna ensangrentada
postulan un enigma ad eterno
La voz ya quiere huir del tronco
y ahuecarse entre praderas
para no perder pisadas
El verbo peca de solista
y desnuda el yo
entre bostezos y aledaños
¡La suerte ha sido hechada
en un marzo primero!
